Destino final
La suerte que acompaña al puntero no estuvo del lado de Estudiantes que igualó 1 a 1 con Banfield y ni siquiera tuvo la del final de su lado tras un remate de Verón que sacaron en la línea. Para colmo, se lesionó Boselli (podría ser desgarro), expulsaron a Enzo Pérez y el Pincha quedó a seis del líder Independiente.
Esta tarde de Pascuas no habrá sido la ideal y lo que pensaban los miles de fieles que acompañaron a Quilmes a este conjunto de Alejandro Sabella que invita a soñar en cada presentación y que tenía una parada más que complicada ante el último campeón. Con la chapa puesta, nos lamentamos por las oportunidades desperdiciadas pero esta vez hay cosas más importantes por la que sufrir y tiene que ver con la lesión (¿desgarro?) que sufrió el goleador Mauro Boselli. A partir de esa acción se podrá analizar lo que fue un partido atractivo, parejo y que tuvo un final de película.
Arrancó mejor el local, con la posesión del balón y con los movimientos acertados de la línea media encabezada por Verón - Braña y bien secundada por Sosa y Núñez. Fue justamente el juvenil mediocampista quien le cedió la pelota a Gastón Fernández que remató fuerte a los 5 minutos pero que bien controló el arquero Luchetti. Sin embargo, casi abre el marcador el equipo de Falcioni a través de su mejor recurso: la pelota parada. Lo ejecutó Ervitti y entre el travesaño primero y Agustín Orión después privaron a Battión de gritar el primer tanto. Y lo que no se hace en un arco lo pagas en el propio, porque la respuesta llegó enseguida. A los 15, Braña probó de zurda desde afuera del área y encontró la cabeza de Boselli que alcanzó a desviar para desorientar al arquero y marcar el 1 a 0. Los minutos que siguieron favorecieron al Pincha que jugaba con tranquilidad y con criterio. A tal punto que pudo haber ampliado la diferencia si Boselli no se hacía un nudo debajo del arco tras una gran jugada entre Verón y Sosa. Esa jugada fue clave porque a partir de ahí fue todo del Taladro. Empezó a manejar la pelota Ervitti y Quinteros era incontrolable para la defensa Pincha. A los 27, el talentoso volante zurdo pudo haber igualado tras una buena apilada pero el palo le volvió a negar el gol y, unos minutos después, lo tuvo James Rodríguez de afuera. A cinco del final llegó un tramo fatal para las aspiraciones albirrojas. En una contra, Boselli sintió un pinchazo en el isquiotibial de la pierna izquierda que lo dejó sentido por lo que debió dejar el campo y, en la jugada siguiente Marcelo Quinteros concluyó una buena acción ante la floja respuesta de Orión. Justicia en el resultado por lo hecho entre ambos equipos.
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