El día que el Country lloró
06/10/2011
Acongojado, triste pero a la vez seguro y convencido de su decisión. La Brujita juntó a sus compañeros en el vestuario de la concentración una vez finalizado el entrenamiento para comunicarles la determinación final: su retiro, el 31 de octubre, en La Plata contra Racing.
En el primero de sus últimos días como jugador,Verón fue uno más entre sus compañeros; casi como si el retiro no fuese cosa juzgada, el capitán salió a la cancha número 1 sonriente, con muecas de felicidad en todo momento. La sonrisa de oreja a oreja en su rostro fue la mejor imagen de la calurosa mañana en City Bell.
Con un sol radiante como testigo, el emblema albirrojo realizó todos los trabajos junto al plantel: entrada en calor, movimientos con pelota y el táctico que Russo dispuso en vistas al cotejo del sábado en Catamarca frente a Boca.
Terminó la práctica y, pegado al arco más cercano a la concentración, la Brujita juntó a los juveniles Gastón Gil Romero y Pablo Soria, dos que formaron parte de la práctica y dialogó con ellos durante varios minutos. Gestos, indicaciones y seguramente algún que otro consejo del guía máximo del grupo.
Puertas adentro llegó el momento: Verón tomó la palabra frente a sus compañeros, les anunció su retiro y confirmó que el 31 de octubre frente a Racing será la última función. El jugador más preponderante de la historia del club colgará los botines.
Ducha mediante, la figura del ídolo pincharrata asomó por la puerta de la concentración; subió a su camioneta, salió lentamente, se detuvo ante el requerimiento de varios hinchas que se acercaron para solicitar algunos autógrafos, saludó y se fue.
Lo curioso sucedió después, al mismo tiempo que Pincha Pasión abandonaba el predio de City Bell como testigo presencial de un hecho tan llamativo como insólito: bajo un sol pleno y radiante, siendo exactamente las 12:50 del mediodía comenzó a gotear.
¿Apenas una casualidad?, ¿justo después de que Verón les comunicara a sus compañeros su decisión de retirarse?, ¿acaso siendo el primero de sus últimos días en City Bell como jugador? Vaya uno a saberlo. Quizás alguna señal del cielo, o del country mismo, de ese que hace años lo vio patear sus primeros tiros al arco y que hoy "lloró" porque ya comienza a extrañarlo.
