La adquisición, de la cual Alejandro Sabella hizo mención en las últimas entrevistas, ayuda al mantenimiento de las canchas de entrenamientos que están en City Bell, como así también del campo de golf al cual acuden a diario muchos socios.
Esta herramienta de trabajo, cuyo costo osciló los 9 mil dólares, se concretó con el dinero aportado por los jugadores y el cuerpo técnico, que salió de parte de los premios cobrados por la participación de Estudiantes en el Mundial de Clubes. Todas las mañanas, el personal de maestranza del club lleva la maquinaria desde el sector del golf a la cancha número cinco, en donde se trabaja acomodando escombros, tierras y manteniendo el césped corto.
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