lunes, 28 de febrero de 2011


ESTUDIANTES 0 - 1 BANFIELD

Estudiantes, que ya venía en picada, ahora se estrelló

Jugó realmente mal y dilapidó la chance de quedar puntero solo
Por ANÍBAL GUIDI




Clic para ampliarNunca, como la de ayer ante Banfield, una derrota (0-1) le resultó tan inoportuna a este Estudiantes. Porque dilapidó la chance de quedar en soledad en la punta del torneo Clausura, en vísperas del clásico platense nada menos, y por si fuera poco su producción futbolística, que ya venía en declive, pues ayer hizo eclosión, y para mal.

Si bien estaba claro ayer en el Estadio Ciudad de La Plata, por la manera en que se manejaban los protagonistas, que aquel que hiciera el gol ganaba, lo cierto es que el equipo albirrojo fue una fuerza inexpresiva, con una carencia absoluta y sorprendente para elaborar juego, y ni hablar de generar situaciones de gol, casi inexistentes en los 90 minutos de juego.

Si con los titulares el equipo había transitado por una medianía muy marcada, con los cinco cambios que introdujo el técnico Eduardo Berizzo no hizo más que plantar un equipo que deambuló por la cancha, que lució impreciso e inoperante, que no hizo más que generar desconcierto en su propia gente que, a esta altura no sabe a lo que juega el equipo y que, tras consumarse la derrota ante el Taladro, la exclamación de que "cueste lo que cueste, el sábado tenemos que ganar" retumbó en todo el estadio.

Banfield no le fue en zaga. Pero estuvo prolijo, se defendió bien y trató de contragolpear, claro que muy esporádicamente.

Clic para ampliarNo hizo mucho más, pero anotó en la chance más clara que dispuso, la que se gestó a los 15' del complemento (centro de Carrusca desde la izquierda y cabezazo de Achucarro filtrándose entre los centrales para poner la pelota entre Orión y el palo izquierdo), y después se cerró más atrás en donde controló bien los desperdigados y poco profundos ataques albirrojos.

Todo esto porque, sencillamente, Estudiantes no fue un equipo ofensivo. No estuvo preciso en el manejo de la pelota, tampoco acertó en las jugadas con pelota detenida, algo que ya preocupa y mucho, y terminó resignándose a su suerte, sin rebelarse casi ante la adversidad.

Clic para ampliarDesde julio de 2009 que el equipo albirrojo no perdía en el Estadio Unico, y ayer cedió ante un rival que lo superó en prolijidad, es cierto, pero que le llegó muy poco, razón por la cual, esta vez, el fondo albirrojo no carga con tantos cuestionamientos, más allá que no supo controlar aquella atropellada del paraguayo Achucarro.

Estudiantes estuvo mejor perfilado en el primer tiempo. Cuando Pereyra ganaba por la izquierda y los volantes empujaban con fuerza. Pero las chances que generó vía Pereyra primero, y luego Núñez y Verón, se las frustró un Bologna que respondió bien en esas tres ocasiones.

Y después, nada más. Lo suyo fue más de lo mismo. Pases fallidos, centros intrascendentes, muchos sin destino cierto, individualidades sorprendentemente declinantes, y poquísimo peso en el área de enfrente, fue lo que expuso el equipo de Berizzo que da la sensación que no encuentra la forma, ni la manera.

Que ha extraviado la brújula, a quien se le ha apagado ese fuego sagrado, que ya no presiona y ahoga como antes a los rivales y, por ende, equipos como Banfield ayer, se le animan y, con el simple argumento de defenderse bien le pueden hacer perder un partido que no estaba en los planes de nadie.

El cambio táctico que ensayó Berizzo, en la práctica, no dio resultado. Solo agregó confusión e hizo que la ténue línea que mantenía en pelea al equipo, se borrara totalmente. "Cuando se pierde, la responsabilidad es del entrenador", admitió ayer el técnico albirrojo, quien buscó quitarle esa presión a los jugadores en vísperas del derby de la ciudad.




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