Argentina goleó al equipo asiático y ya piensa en los octavos de final

Veni, veni, Coreá conmigo

Otro paso más hacia adelante, una nueva victoria (contundente) que ilusiona al país. Argentina gana, por momentos gusta, y cuando puede - como lo hizo ante Corea del Sur- golea. La selección dirigida por Diego Armando Maradona suma seis puntos y lidera el Grupo B que comparte con Grecia y Nigeria. El oportunismo de Higuaín (3 goles) y Park Chu-Young (e/c) le dieron el triunfo a la albiceleste; Lee Chung-Yung había descontado en el primer tiempo cuando el encuentro estaba 2 a 0 tras un error defensivo de Demichelis. Otra buena actuación de Messi.

Cómo no ilusionarse, cómo no pensar que se puede cuando se dan partidos como el que jugó la Argentina ante Corea del Sur que, a priori, asomaba como el rival más difícil en la fase de grupos. La victoria del equipo de Maradona acrecienta aún más la ilusión de todos los argentinos y permite augurar un futuro prodigioso en el Mundial de Sudáfrica. El buen desempeño colectivo, las interesantes actuaciones de Messi y Tévez, sumadas al oportunismo de un goleador como Higuaín posibilitaron un triunfo tan valioso y categórico como importante para esperar con mayor tranquilidad y seguridad el choque frente a Grecia.

En otra prueba que se le presentaba al seleccionado nacional, los dirigidos por Maradona reafirmaron y mejoraron lo demostrado en el debut ante Nigeria. La capacidad para generar juego en conjunto que le permitiera encontrar buenas sociedades quedó marcada desde el primer tiempo cuando, a partir de la velocidad, la practicidad y el buen desempeño ofensivo argentino, logró doblegar a un rival parsimonioso, que esperó parado muy atrás, situado en su propio campo; y que recurrió en reiteradas ocasiones a cortar con foul los avances contrarios.

La pelota parada se convirtió en una de las herramientas letales del equipo nacional que, precisamente, consiguió abrir el match luego de un tiro libre ejecutado por Lionel Messi desviado posteriormente en el pie del coreano Park Chu-Young. Minutos más tarde, otro balón detenido le permitiría ampliar la ventaja: tiro libre desde el sector izquierdo jugado en corto por la Pulga para Maxi Rodríguez, quien elevó el esférico al área para la cabeza de Burdisso (debió ingresar por Samuel, lesionado) y la corrección por detrás de Higuaín, encargado de empujar con su testa al gol. El dos a cero daba tranquilidad, aunque no permitía confiarse. Tal fue así, que sobre el final de la primera parte, un yerro defensivo de Demichelis (distracción y robo de pelota cerca del área defendida por Romero) le permitió desempatar a Corea del Sur con gol de Lee Chung-Yung.

El vendaval albiceleste llegaría en los últimos cuarenta y cinco minutos, pese a pasar por leves sofocones en defensa, producto de algunos desajustes en la última línea. Maradona acertó en poner al Kun Agüero por Tévez (extenuado físicamente) y a partir de ese cambio el partido comenzó a definirse. La frescura del futbolista del Atlético de Madrid, con su aporte en ofensiva, resultó fructífero: primero, descargó una pelota para Messi dentro del área, donde el "10" remató al arco aunque su tiro fue tapado por el arquero coreano; sin embargo, el rebote derivó en los pies de la Pulga, quien estrelló un segundo tiro en el palo, pero allí aparecería una vez más el Pipita para marcar libremente. Estuvo en el momento justo, en el lugar indicado.

Luego, apenas cuatro minutos más tarde, Agüero volvería a ser determinante para marcar el cuarto y último gol. Esta vez fue Messi el encargado de habilitar al ex Independiente, quien picó un centro preciso para la entrada, por tercera vez, del goleador del Real Madrid. Higuaín, otra vez Higuaín, le ponía la cifra definitiva al partido y revertía la imagen del partido ante Nigeria, en el que no había podido concretar las chances que se le presentaron. Goleada argentina e invitación al sueño de gloria. La selección avanza y espera a Grecia, aunque ya mira de reojo los octavos de final.